Para nuestra alimentación, lo ecológico tiene sentido: es la garantía de consumir productos más sanos cultivados de forma respetuosa con el medio ambiente. En cuanto a los productos cosméticos, ocurre lo mismo, ya que sabemos que lo que nos ponemos regularmente en la piel puede ser absorbido por el cuerpo. Por ello, es mejor evitar los extractos de plantas que han sido cultivadas con muchos pesticidas y fertilizantes químicos. No los queremos en nuestros platos ni en nuestras cremas, gracias.

De acuerdo, se entiende el interés por favorecer lo BIO en las fórmulas que están en contacto directo con la piel y que pretenden penetrar en las capas superiores de la epidermis, pero ¿qué pasa con el algodón utilizado como soporte de nuestras mascarillas de belleza de tela? ¿Por qué orgánico también aquí? ¿Es realmente necesario ya que no es realmente un ingrediente activo?

Sí, y lo explicaremos con una pequeña lección sobre el algodón.